El carnaval es, sin duda alguna, la mayor fiesta que se celebra en Brasil, pues miles de personas tanto ciudadanos del país, como llegados de otros puntos de la geografía mundial disfrutan al máximo cada año de esta gran fiesta.

El de Río de Janeiro, universalmente conocido, comienza el viernes anterior al miércoles de ceniza y tiene una duración de cinco días festivos. El desfile de las mejores escuelas de samba tiene lugar la noche del domingo. Muy relevantes son además los Carnavales de Recife y Bahía.

Pero Brasil ofrece igualmente la posibilidad de presenciar otras muchas celebraciones religiosas o profanas. Nombraremos, entre ellas, las Procesiones de Semana Santa de Preto, que poco tienen que envidiar a las de España, y los coloridos festejos de la ciudad de Salvador de Bahía.

El uno de enero de cada año, cientos de embarcaciones participan en una espectacular procesión acuática en honor de Nuestra Señora de los Navegantes; a mediados de ese mismo mes, las bahianas, vestidas con su mejores ropas, lavan con agua las escalinatas y el atrio de la Iglesia.

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