El arte en Japón ocupa un lugar importante, como la pintura realizada utilizando técnicas nativas japonesas que en la actualidad se encuentran plenamente vigentes o la escultura con técnicas que derivan tanto de tradiciones budistas como shinto.

También, el bonito «ikebana», el arte de los arreglos florales, que ha ganado un lugar de popularidad en el mundo gracias a una forma armoniosa de distribuir las flores, tanto por tamaños como por colores.

El «bunrako» creado a partir de dos tradiciones japoneses como son la recitación de cuentos y los títeres que lograron fundirse en el siglo XVI.

Por otro parte, la historia de los títeres es muy antigua, llegando a remontarse al siglo VIII donde los titiriteros (kugutsushi), recorrían el país cantando canciones que daban ritmo a sus presentaciones.

También es parte de la cultura japonesa el Kabuki, una de las formas más antiguas de teatro japonés, nacido en el siglo XVI. Un arte al que tenían acceso tanto las clases altos como las más bajas.

El «origami» es otro arte típicamente japonés y que ha llegado al mundo occidental encantando a todos con la simpleza y belleza del plegado de papel de donde nacen figuras maravillosas.

En relación a la religión, la mayoría de los japoneses no pertenecen a una en particular e incorporan varias características de distintas corrientes religiosas a su vida cotidiana, festejando también eventos que pertenecen a distintas religiones como el budismo y cristianismo.

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